Gesto
Arístides Vargas
INTEMPERIE
Afuera,
en la intemperie,
el tiempo desordena la vida
con la imprecisión de los sueños.
Porque en el mismo momento
en que tú y yo corríamos bajo la lluvia,
en la calle del árbol seco en San José de Costa Rica,
en ese mismo momento nuestro vuelo se desorganizaba en el desierto de Atacama, en ese mismo instante, en ese mismo momento
una niña hablaba con una ballena varada en Manglar Alto,
y nuestra perra era enterrada
En la huerta oscura de nuestra memoria.
En el preciso instante
en que hacías un castillo de arena en San Sebastián, a tus seis años, destruía el fascismo mi casa a los veinte años,
en la frontera oeste,
con la misma furia
con la misma certeza
de que las mareas de lo años repararán el
bien perdido:
Tus castillos y mi casa mis vuelcos
tus caídas
y nuestra perra
serán puestos
en su sitio
con la inocencia de un tiempo que juega a ser nosotros.
En la vida que sucede afuera En la intemperie.
