Palabra

ROBERTO CIGNONI

La flor láctea enrejada entre quejidos
aún acampa el ver para nosotros;
en el abrir, donada de nuevo,
conoce la brisa en la cabeza del dolido,de
cualquiera espera
una mano para ser cortada.

A través de una pizca de color
enciende la tierra su anhelo, guarece en luz
la canción ancestral, el que al fin
riegue la flor en el corazón de la muerte
expandirá el polen
sobre un porvenir.

Ya solo juegan los ideales
con libros y números
o salvan los recuerdos primeros
para alzar una bandera junto a la tumba del niño;
pero en sombría interioridad
crecen aún los pétalos ignorados
que la carne solitaria hermana de la flor
serena de intemperie.

Estrella y nada se besaron un instante
y profundamente claro
se volvió el silencio;
los coronados por la herida
alzaron palabras como flores, supieron del aire
una canción de bienvenida, mi pequeña
en corolas
nos alumbró lo inmenso,
una vez para nadie,
savia y levedad.

(Labios Ciliares 2020)

BIO

1953, Buenos Aires Fundó, junto a Carlos Estévez, el espacio de poesía performática y experimental «Paralengua, la ohtra poesía». Codirigió con Jorge Perednik la revista de poesía Xul, signo viejo y nuevo. Escribió cuatro obras de teatro y ha editado ocho libros de poemas; los últimos, «Flexión de la luz» (2017) y «Labios ciliares» (2020). Obra suya ha formado parte de la exposición “Poéticas oblicuas” (Buenos Aires, Fundación OSDE, 2016). Ha realizado artículos y ensayos críticos para distintas publicaciones argentinas y extranjeras.