Palabra
Prólogo
INTEMPERIE
Antología de poesía
En la era súper técnica, de saberes cada vez más específicos y competencias alienadas por un poco de espacio y tiempo, se extrañan las instancias de vacío. La imagen se ha transformado en el principal medio de captura hipnótica diagramada con precisión para el consumo dirigido hacia las inercias subconscientes.
¿Dónde podemos encontrar un silencio?
La palabra de uso corriente reducida a su utilidad de intercambio, moneda siempre devaluada, ejerce cada vez más una violencia de frontera. Parecería que las palabras en el uso social masivo, fomentado principalmente en los medios digitales, sirviera solo como defensa contra otro, argumentando ladrillo a ladrillo un muro cada vez mayor. Reduciendo cada vez más las combinaciones posibles, hasta auto-convencerse del lenguaje de la guerra y su código binario.
En la era chicle de la imagen que se amolda a los instintos básicos (chicle-cliché) y de la palabra como suma de información que otorga un supuesto prestigio o crea banderas-cemento para mantenerse a salvo del (y de lo) otro, buscamos un vacío.
La palabra Intemperie nos habilita a salir, nos recuerda que puede haber un afuera de todas las construcciones, jugamos a entrever la puerta que nos abre.
El ejercicio del silencio nos hace notar la potencia de una palabra cuando aparece. La poesía hace palpable esa magnitud cuando dejamos que nos movilicen las palabras donadas por el poeta sin entender o juzgar, sin poder perfilar un límite preciso de esa impronta que recibimos, abriendo una intemperie adentro aún sin forma, sin referente más que nuestra memoria que cruza vivencias y los sentidos que se mezclan en una suerte de sinestesia perceptiva.
¿Cómo es posible que una palabra pueda sugerir tanto?
¿Cómo es que una combinación especial de palabras puede generar una emoción y un aprendizaje extraño fuera de todo reglamento, institución o jerarquía?
En la era de la domesticación de las percepciones, buscamos un vacío para contagiarnos del trance, de la emoción de otros, y aprender a oír. En la era que regula las temporalidades y que nombra constantemente un supuesto futuro en sus máquinas de difusión, queremos habitar el presente y el ahora siempre es el ahora, leo un poema de Juan L. y existe esa corriente, ese río en este instante.
La palabra intemperie fue hilvanando, casi sin intervención, esta antología de poetas, creada por la simple comunión en esta palabra coincidente. Es tan solo una primera muestra de una posible antología siempre-abierta, reuniendo poetas de Latinoamérica y otras latitudes. Esta palabra, refiere a lo espacial: a cielo descubierto y también al tiempo: desigualdad del tiempo. Espacio abierto y tiempo desigual coinciden en esta palabra mágica que vincula mundos, como un asterisco que continuamente renombra un lugar y muchos y un cúmulo de temporalidades, justo ahora y en diez letras.
Lucas Marín