Palabra

Olga Orozco

Para hacer un talismán

Se necesita sólo tu corazón

hecho a la viva imagen de tu demonio o de tu dios.

Un corazón apenas, como un crisol de brasas para la idolatría.

Nada más que un indefenso corazón enamorado.

Déjalo a la intemperie,                                                                                       *

donde la hierba aúlle sus endechas de nodriza loca

y no pueda dormir,

donde el viento y la lluvia dejen caer su látigo en un golpe de azul escalofrío

sin convertirlo en mármol y sin partirlo en dos,

donde la oscuridad abra sus madrigueras a todas las jaurías

y no logre olvidar.

Arrójalo después desde lo alto de su amor al hervidero de la bruma.

Ponlo luego a secar en el sordo regazo de la piedra,

y escarba, escarba en él con una aguja fría hasta arrancar el último grano de esperanza.

Deja que lo sofoquen las fiebres y la ortiga,

que lo sacuda el trote ritual de la alimaña,

que lo envuelva la injuria hecha con los jirones de sus antiguas glorias.

Y cuando un día un año lo aprisione con la garra de un siglo,

antes que sea tarde,

antes que se convierta en momia deslumbrante,

abre de par en par y una por una todas sus heridas:

que las exhiba al sol de la piedad, lo mismo que el mendigo,

que plaña su delirio en el desierto,

hasta que sólo el eco de un nombre crezca en él con la furia del hambre:

un incesante golpe de cuchara contra el plato vacío.

 

Si sobrevive aún,

si ha llegado hasta aquí hecho a la viva imagen de tu demonio o de tu dios;

he ahí un talismán más inflexible que la ley,

más fuerte que las armas y el mal del enemigo.

Guárdalo en la vigilia de tu pecho igual que un centinela.

Pero vela con él.

Puede crecer en ti como la mordedura de la lepra;

puede ser tu verdugo.

¡El inocente monstruo, el insaciable comensal de tu muerte!

 (Los juegos peligrosos. 1962)

BIO

Olga Orozco (Toay, La Pampa; 17 de marzo de 1920 - Buenos Aires; 15 de agosto de 1999)Trabajó en periodismo empleando varios seudónimos y dirigió, también, algunas publicaciones literarias. Así, colaboró en la revista Canto que dirigía su primer esposo, el poeta Miguel Ángel Gómez y reunía a la llamada Generación de 1940. Por esa época hacía comentarios sobre teatro clásico español y argentino en Radio Municipal; fue actriz teatral (encarnó el personaje de Mónica Videla entre 1947 y 1954) y trabajó en Radio Splendid en la compañía de Nydia Reynal y Héctor Coire. En los años sesenta fue redactora en la revista Claudia y organizó el horóscopo del diario Clarín entre los años 1968 y 1974.Formó parte de la generación «Tercera Vanguardia», de marcada tendencia surrealista, y basó su producción poética en la influencia que en ella ejercieran San Juan de la Cruz, Arthur Rimbaud, Gérard de Nerval, Charles Baudelaire, Czeslaw Milosz y Rainer Maria Rilke. Su obra: Desde lejos (1946) Las muertes (1952) Los juegos peligrosos (1962) La oscuridad es otro sol (1967) Museo salvaje (1974) Veintinueve poemas (1975) Cantos a Berenice (1977) Mutaciones de la realidad (1979) La noche a la deriva (1984) Páginas de Olga Orozco (1984) (antología con prólogo de Cristina Piña) En el revés del cielo (1987) Con esta boca en este mundo (1994) También la luz es un abismo (1995) Relámpagos de lo invisible (1998) (Antología) Eclipses y fulgores (1998) (Antología) Últimos poemas (2009) El jardín posible (2009) (antología con prólogo de Marisa Negri) Poesía completa (2012) (Adriana Hidalgo Editora) Yo Claudia (antología de su obra periodística a cargo de Marisa Negri) (2012) (Ediciones en Danza) Cantos a Berenice, ilustrado por Martino (2015) (Ediciones en Danza)