Palabra
ARNALDO CALVEYRA
Diario de Eleusis
Ángel semejando a cielo, cielo toldado en todo parecido al agua de esta lluvia, no llegas de ninguna parte, no llegas de horizonte, cielo percudido con que tropieza la oscuridad de tinta, ¿tiritas a causa del viento que lo congela todo?, llegas del potrero, de entre las miasmas de los animales interrumpidos por el terremoto fijo de la hora, lindas con alturas de betún y hoja seca, brazos del que anda de imaginaria por el campo, tocan tierra y figuran la cabeza que no encuentra acomodo en la almohada.
-ángel malherido, brotas de tu herida, brotas del frío tan crudo a eso del jardín
Insistes por los cielos que brotan, nos devuelves al eco de nuestros pasos, te haces rincones en medio de la oscuridad de tinta, por la vastedad del patio van, vas siempre llegando de ninguna parte, de ninguna parte el pordiosero, el ángel de intemperie de la mirada ausente, con cimas de betún, brazos del que despotrica contra la oscuridad y cabeza del hombre que no encuentra acomodo en la almohada, ¿tiritas a causa del viento en la vastedad de vuelta?
¿Insistes en ser cielo que borra?, nos devuelves a nuestro eco, tiritas a causa del viento, vas, brotas de ninguna parte, pordiosero de ninguna parte, lindero de ninguna parte, ángel de intemperie, los brazos del que maldice en la oscuridad llevan la noche a cuestas, convalece la cabeza del que no encuentra acomodo en la almohada, -orejas del que convalece no encuentran acomodo en la almohada.
Brotar del ángel que pareciera llegado de ninguna parte, del sudor helado de esta noche llega, tirita a causa del viento que se posa congelando la oscuridad a la redonda, tirita a causa de los grandes árboles que pasan desfondando campos, ángel del ojo de vidrio, los brazos del que maldice en la oscuridad se aferran a la rama en espera de la posible primavera. Encanece tu ropaje al borde de un camino. Brota de la helada, de este momento del patio que se quedó sin nadie.
De entre la cantidad de la noche tus alas van de negro en negro, ¡oh, ángel de intemperie, te vuelves anécdota en este rincón y lugar de Eleusis de puertas y ventanas abiertas al abismo de la madrugada! Aquí, Eleusis, murmuras mientras sigues resucitando de cara al viento.
(Fragmento. Diario de Eleusis)
BIO
Arnaldo Calveyra (Mansilla, Entre Ríos, 1929-París, 16 de enero de 2015) fue un poeta, novelista y dramaturgo argentino residente en París desde 1960. Fue condecorado por el gobierno francés con la Ordre des Arts et des Lettres. Vivió en su provincia natal Entre Ríos y cursó estudios en 1943 en Concepción del Uruguay mudándose a La Plata donde estudió filosofía en la Universidad de La Plata. Obtuvo una beca y se instaló en París en 1960 donde conoció y trabajó junto a Julio Cortázar, Alejandra Pizarnik, Claude Roy, Gaëtan Picon, Cristina Campo y Laure Bataillon. En 1968, Calveyra se casó con Monique Tur con quien tuvo dos hijos, Beltrán y Eva. Su primer libro, Cartas para que la alegría fue alabado por Carlos Mastronardi en la Revista Sur de Victoria Ocampo (1959) En París, trabajó con Peter Brook y publicó sus obras en la editorial Actes-Sud.