Palabra

ALEJANDRO CALABRESE

261. Un espejo puede ser cambiado en su interior. Cualquier otra dignidad puede entrar en él, desde afuera, intrusa en esa especie de intemperie que sabe ir regando en la oscuridad.

424. Ese misterio es testimonio de la enloquecedora canción de nuestros huesos redivivos, que no dejan de estar nunca a la intemperie, pero que  esparcen un  maquillaje que conforma un rostro, cada vez, más humano.


(fragmentos del Libro de los espejos. 2009)

BIO

Publicó Apo-calipsis (Helguero-Villalba Editores, 1983); Líneas de Sal (Ediciones Último Reino, 2008), y El Libro de los Espejos (Ediciones Último Reino, 2009).